"En los desnudos reside la perfección del arte" Vasari.
Iván Ruiz comienza su desarrollo como artista con 11 años haciendo una pequeña copia a carboncillo de la cabeza de un águila... Su sorpresa ante el resultado le ha traído hasta aquí.
Estudia grabado, dibujo y pintura en el Taller Sumer desde 1990 hasta 1993, cuando ingresa en la Facultad de Bellas Artes, donde se licencia en la especialidad de Pintura en 1998. Se concentra en el Dibujo con cursos especializados de doctorado y se expande en el mundo del diseño gráfico, sin olvidar la escultura...
Mientras todo esto ocurría realiza varias exposiciones individuales o colectivas. Pero cuando se dio cuenta de que "Crear" para exponer no iba a proporcionar nunca la evolución que necesitaba se encerró en su estudio durante años para profundizar en los mismísimos conceptos fundamentales del arte, en ese eterno conflicto que ha existido siempre entre el dibujo y la pintura. Sus obras intentan alcanzar el máximo equilibrio entre la línea y la mancha, entre el dibujo y el color, ya sea en simples estudios o en obras más "acabadas" de temas mitológicos o cotidianos. La figura humana (la anatomía), como máxima representante de la creación de la Naturaleza, es la excusa perfecta.
En su pensamiento hay una cuestión Universal más allá de su esfera personal, lo que relega a los "temas" de sus obras a un segundo plano. El auténtico tema es el proceso creativo, la destrucción-reconstrucción, el cómo está realizada la obra que demuestra los pasos del pensamiento del artista con transparencia para lograr eliminar ese conflicto eterno unificando Dibujo y Pintura.
Pruebas, ensayos, tanteos, errores, "pentimenti" y "non-finito" son conceptos que demuestran el artificio que es el Arte. El encanto de lo "inacabado" refleja la idea acerca del arte como proceso de creación. El surgir de la forma desde la Nada...
Algo que el artista escribió hace tiempo y que quizás ayude a entender mejor todo esto es el siguiente texto:
"¿Dibujo o Pintura? Seguramente muchos de vosotros os habréis confundido y hayáis pensado que se trata de una Elección. “¿Qué elijo? ¿Dibujo o Pintura? Venga, pues Pintura mismo…”
No, no se trata de elegir. Al fin y al cabo eso significaría distinguir, diferenciar, separar. Elijo este y por tanto el otro NO.
NO ES ASÍ. En realidad se trataría justo de lo contrario. De unir, de fusionar de tal forma el Dibujo y la Pintura que no haga falta la pregunta, que ni siquiera pase por la cabeza el pensar ¿es Dibujo o Pintura? En ese momento se habrá resuelto “El Eterno problema”.
¿Cuál es el Eterno problema? A lo largo de la historia de la pintura figurativa se ha establecido una “Eterna lucha” entre el dibujo y el color, la línea frente a la mancha. Frente a la pintura, que neutraliza su proceso porque se tapa a sí misma, el dibujo que expone claramente su evolución. La verdadera cuestión, es la lucha. Saber porque cuando se dibuja no se puede pintar y cuando se pinta no se puede dibujar. El problema sigue siendo conseguir compaginar, mezclar, intercambiar las propiedades, apoyarse mutuamente y, en fin, cohabitar el Dibujo y la Pintura en una misma Obra sin que surja la primera pregunta. ¿Es Dibujo o es Pintura? No preguntes, es Arte.
A ese fin me dirijo, esa es la meta. Lo que yo llamo: La fusión. Eliminar la pregunta intentando resolver el problema.
¿Se ha intentado resolver anteriormente? Si, seguramente en muchas más ocasiones de las que yo sepa."
Suele trabajar con obras de pequeño o mediano formato y no pone límites a la técnica: Investiga.
Algunas de sus obras ya se encuentran por diferentes ciudades europeas como Londres, Niza, Barcelona, Lisboa, Colonia o Madrid.... Espera que sus siguientes obras acaben en SUS CASAS.